PROFR. JOSE T. CARDOZA OLIVAS
En relación a la "nueva" directora general de normales (DGENAM-DF) María Luisa Gordillo Díaz, y el gran escándalo provocado por su aparente parentesco con Elba Esther Gordillo, me permito hacer las siguientes precisiones: No hay nada, repito NADA, que confirme que es familiar de la Gordillo. Sólo rumores, nada comprobado. Pero analicemos un poco más las perspectivas del normalismo.
Estuvo en el Estado de México como directora y dejo crecer el rumor que algún inocente o incauto creo, de que es familiar de Gordillo. Del Estado de México, la pasan a la Coordinación Sectorial de Preescolar del DF y siguió el rumor. Hoy que llega a normales (DGENAM-DF) deja correr el mismo rumor. Pero no hay nada más que la coincidencia en el apellido de que es familiar de la mamá de chuki.
En el Estado de México, es decir, en la sección 36, la cuna de Gordillo, María supo sacar provecho del rumor, le sirvió de escudo protector, dándole el derecho de picaporte. En preescolar del DF pasó lo mismo; y hoy en Normales otro tanto. María la nueva directora general aprovecho la costumbre priísta, el rumor engañabobos más socorrido, decir que tienen contacto con altas esferas, conocidos, etc. Este dicho, muy popular entre los priístas para promoverse, es una forma de hacer política que da excelentes resultados cuando la gente ignorante se las cree.
Recuerden que en el Estado de México gobierna el represor Peña Nieto, es decir un junior priísta. Así que, en educación, todo él que aspire "subir" o escalar puestos políticos, es decir, hacer carrera fácil dentro del sistema, es decir cobrar mucho sin trabajar, debe ser priísta-elbista en el justo equilibrio. Esto opera también para los que no tienen meritos propios y buscan beneficiarse de la actual corrupción príista-panal. María, la nueva directora general dejando correr el rumor de su parentesco con chuki, logró sobrevivir. Hoy en Normales, este rumor nunca confirmado, pero tampoco desmentido le sirve. Observemos las conductas:
Los elbistas y los oficialistas (panuchos-azules) la ven con esperanza, porque será la neoliberal que rescate normales de los populistas e imponga orden para evitar los molestos democráticos que denuncian el abandono de las escuelas. Los camaleones, esperan la señal para cambiar de color o tonalidad y seguir medrando, los esperanzados esperan que con los cambios lleguen los cuates al poder en normales. Los de Etelvina-Gisela suspiran por permanecer y bajan su perfil, es decir, no hacen olas para evitar ser removidos. Esto último explica el por qué Héctor, el director de la ENSM no se aparece para nada, ganando tiempo para ponerse a tono con lo solicitado.
Las normales están heridas, padecen la enfermedad del neoliberalismo. El PRI y el PAN-PANAL las han saqueado. Las escuelas están en el abandono casi total. Las bibliotecas son auténticos museos de libros, no están actualizadas, los libros existentes son de hace muchos, pero muchos años años y los pocos que hay son insuficientes. Los centros de computo al igual que las computadoras de Fox son un desastre con maquinas Lentium y no Pentium. Pintan y repitan las escuelas, ponen florecitas, puro ornato para disimular el abandono real de la academia, justificando con reuniones a modo, controladas en donde no hay participación real, sólo se va instrumentar o en el mejor de los casos, ha aprobar lo ya aprobado.
Hoy trataran de darles el golpe final, pero no sólo a las normales, a toda la educación pública. Dice bien el dicho, las ratas son las primeras en abandonar el barco, y en normales y en la ENSM, algunos de manera cauta ya se desmarcan de Etelvina-Gisela-Cantu. Fueron o son funcionarios del grupo de Etelvina, hoy reclaman su independencia. Algunos, pocos, muy pocos lo hacen con dignidad, otros de manera oportunista.
Síntomas de esta enfermedad neoliberal son dos. El bajo perfil de los funcionarios de las normales, que no se dejan casi ver. El otro síntoma: los maestros. Para nadie que tenga un poco de capacidad de observación pasan desapercibido los grupos de Profesores, 5, 6 ó hasta más comentan de política, de la crisis económica que apenas empieza, de la reforma al artículo 3°. Pero un tema que no escapa es el nombramiento de María como directora general.
Incluso, en algunas normales ya aparecen redentores sin base social real y mucho menos académica, que están dispuestos a sacrificarse presentando un pliego petitorio para ir a normales dejarlo, denunciar al director en turno, y exigir una limpia, que desocupen los puestos directivos y negociar en qué lugar de la nueva administración los colocaran a ellos.
Entre los alumnos, el nivel de conciencia es un poco más avanzado por la lucha reciente, este nivel de conciencia decía, si bien más avanzado, es desigual y combinado. Se nota la ausencia de una dirección que con método aglutine. Destacan posiciones minoritarias reprobables, del sectarismo que sólo ha llevado a derrotas en otras ocasiones. La más notoria, separar la defensa de las normales y de manera absurda privilegiar al sector estudiantil. Olvidando que la problemática de las normales es de toda la comunidad. De los alumnos sí; pero también de los maestros, trabajadores, egresados, ex maestros, de los jubilados, etc. Es decir es una lucha de toda la comunidad normalista.
Evitemos estos errores, trabajemos en la construcción de un gran frente normalista que no excluya a nadie. Que de manera compañera y coordinada entre los tres sectores de la comunidad se fijen acciones, mediante procedimientos de análisis de las perspectivas, es decir, se precise, de dónde venimos, en donde estamos, hacia donde vamos.
La lucha es larga y no habrá acciones espectaculares que nos den la victoria. La lucha actual es de resistencia, si resistencia larga. No sólo contra gordillo, ni contra María o el director en turno. La etapa actual es de resistencia contra el neoliberalismo que ya condenó no sólo a las normales, condenó a toda la educación pública.
Estamos en una situación mundial que implica una crisis provocada pór los ricos empresarios y que aprovechan para un nuevo reparto de la riqueza social producida. La crisis la provocaron ellos pero quieren que la paguemos los trabajadores en beneficio de los ricos de siempre si no sabemos formar el frente único de clase. Una crisis que nos hará luchar no sólo en defensa de las normales, de la educación pública. Sino luchar, también en defensa de la subsistencia como pueblo trabajador. Por eso debemos lograr una coordinación que sume no sólo a los que estamos en lucha actualmente, sino que sume a todos.
Para nadie es un secreto que hasta el sector del magisterio más consecuente, la CNTE, tiene tres expresiones: La de Michoacán y su CEND, la de Oaxaca y la de Chiapas. Además de la mayoría de las normales del país no se sienten representadas por ninguna de las tres vertientes. Por ello si queremos sumar a la mayoría y no sólo a los que ya estamos en la lucha, debemos ser cautos y saber sumar las tres vertientes de la CNTE, pero también a los independientes.
Debemos ser cautos y evitar se nombre una dirección rígida e inmediatista (propuesta que algunos ya trabajan), dirección rígida que no permita posteriormente sumar otros contingentes. Para ello se está realizando todo un trabajo desde abajo, desde las normales, para que los normalistas, no desde fuera, repito, desde las normales, desde la base, como en Morelos, Chihuahua, Baja California, sin exclusiones, y recordemos que esto es lo que les ha dado la fuerza con la que resisten la ofensiva general de todo el Estado.
Por ello debemos evitar se coloque a los normalistas en el triste papel de colonias o países atrasados a los que otros, los avanzados, desde afuera, nos lleven la civilización y el orden al estilo europeo. Una coordinación normalista, no una dirección sin análisis previo, meditado y consensado. El complejo de Malinche, de ver en lo de afuera y no en lo propio será un factor que habrá que vencer. No debe olvidarse que los cuadros políticos de la CNTE, al menos la mayoría se formaron en las normales superiores, de México (ENSM), Oaxaca, Nayarit, la Laguna, etc. Y seguimos teniendo la capacidad para no sólo formar nuevos cuadros, sino también para precisar lo que debemos hacer. Por ello debemos seguir trabajando en la preparación del Congreso Nacional de las Escuelas Normales, incluyente. Lo que no significa que no apoyemos proyectos unitarios.
